El gabinete del doctor Coaligar aportó novedosas singularidades en el tratamiento del espacio y el uso de la luz, y marcó un cierto camino a la reflexión sociopolítica de la época.
Una característica importante del cine expresionista, desde el punto de vista estético, es la puesta en escena que, en esta película en particular, está muy bien reflejada.
Como las películas se filmaban íntegramente en estudios, se utilizaban decorados con telas pintadas para ambientarla. Estas telas pintadas utilizadas como escenario propician además la pérdida de profundidad de campo, dando una mayor sensación de estrechamiento y de irrealidad. Así se consigue crear un ambiente amenazador, extraño, opresivo, oscuro, tenebroso. En el caso de los barracones, al fondo puede vislumbrarse la ciudad, como si la feria se encontrase, no dentro, sino lejos de ella.
En este filme la escenografía adquiere una gran transcendencia. Rechazan todo naturalismo, las calles y perspectivas no tienen profundidad real, sino que esto se logra mediante un telón de fondo que representa la prolongación de las callejuelas mediante líneas onduladas.
Fotograma: El Gabinete del doctor Caligari Fuente: Google Imágenes, Proyectoidis.com
No se respetan los ejes verticales, se transforman los interiores en exteriores en un marco inestable a punto de desintegrarse, con un movimiento que no es real pero sí psicológico dado por la gran cantidad de direcciones diagonales. Las curvas inesperadas provocan una reacción distinta de la que provocarían las líneas de corte armónico.
Mediante estas deformaciones de la perspectiva y de los planos escenográficos, el expresionismo alemán buscaba representar la complejidad psíquica con intensidad esto se unía a la exageración en la interpretación de los actores.
Este tipo de escenografía remite en realidad a una época del cine en la que la vinculación con el teatro era muy estrecha, llegando incluso a estructurar el film en actos. Esta vinculación con el mundo del teatro no se ve solo en los escenarios, sino también en los movimientos de cámara, de personajes, encuadres, etc. Además, estos escenarios transportan al espectador a un espacio interior, cerrado, donde no penetra el aire, también contribuyen a construir un ambiente irreal y fantasmagórico. Esto también se ve en otra de las obras expresionistas: “El Gólem”.
Fueron varias películas en las que se desarrolló esta artificialidad en las escenas: «Genuine» y «Desde el alba a medianoche» de K. H. Martin, y «Turgus» de H. Kobe. Las excepciones son «Nosferatu» de Murnau y «Metrópolis» de H. Lang, ya que estas realizaron algunas filmaciones en ambientes naturales.
Otro elemento importante en este movimiento es la iluminación. La luz es un recurso fundamental, podemos encontrar en la película contrastes de luces y sombras que son muy importantes para dar iluminación intencionada a algunos objetos a los que se pretende dar un mayor toque de irrealidad y especialmente a los rostros de los personajes, dejando otros aspectos completamente oscuros, tratando de enfocar la atención en el espectador con una sensación de incertidumbre y de miedo. También podemos encontrar los contraluces dando al espectador esa sensación de agobio. El director supo aprovechar estas sombras para hacer una connotación de los terrorífico o amenazante, el presagio siniestro o el destino implacable. Luego, además, se convertirán en símbolos.
Por el manejo que se hace de la luz hace que ésta sea más que un simple elemento decorativo, ya que no se mantiene constante, sino que se incrementa o rebaja según lo que pida la escena. Según si se tiene que resaltar determinadas emociones o acciones de los personajes.
BIOGRAFÍA
Gamero A. Mi querido cine mudo: El Gabinete del doctor Caligari de Robert Wiene, septiembre de 2005.
Sánchez-Biosca V. Cine y Vanguardias Artísticas, Paídos, año 2004.
WEBGRAFÍA
http://roderic.uv.es/bitstream/handle/10550/30130/El%20gabinete%20del%20Caligari%20OK.pdf?sequence=1 EL CINE Y LAS VANGUARDIAS ARTÍSTICAS
Mi querido cine mudo: El gabinete del doctor Caligari de Robert Wiene
Director de vanguardia 